En esta época donde el trabajo en casa es una tendencia mundial y teniendo en cuenta que nadie estaba preparado para dar ese salto sin generar traumatismos y conflictos emocionales, técnicos y logísticos, es importante que tanto el empleador como el empleado seamos conscientes de la situación y lleguemos a acuerdos que minimicen los problemas y malentendidos, y que en su lugar generen incrementos en los rendimientos y mejoras en la relación jefe-colaborador.
Estas son nuestras recomendaciones para unos resultados saludables durante el trabajo en casa:
El empleador debe asegurarse que el colaborador cuenta con las herramientas necesarias para el desarrollo de la labor en casa. En caso contrario, es apropiado apoyarlo en la instalación de los recursos que se requieren.
Llegar a un acuerdo sobre los horarios de trabajo, es fundamental. Si la política es continuar con el mismo de la oficina, es importante que el colaborador esté disponible telefónica y virtualmente. Esto genera confianza en el jefe y clientes, y aporta a que la relación se mantenga estable o mejore si es el caso. Recordemos que también para el jefe, puede ser nuevo este estilo de trabajo.
Trabajar en casa requiere un alto nivel de disciplina en todos los aspectos, principalmente en el manejo del tiempo. Proponemos la técnica que nos invita a establecer bloques de 25 minutos cada uno, con cinco minutos entre ellos dedicados a pausas activas en las que puedes tomarte un café, hacer una llamada, abrazar a tus hijos o simplemente caminar alrededor de tu casa. Esto nos libera del cansancio excesivo, maximiza la productividad y nos mantiene alertas.
Promueve el contacto y la conexión con tus compañeros de trabajo a través de videollamadas. Si bien los correos electrónicos son el principal medio de comunicación, tener una conversación real puede llegar a ser más productivo y estimulante.
No apagues tu cámara durante las reuniones virtuales. Es probable que para quién lidere la reunión sea más valioso y motivante si ve las caras y expresiones de sus compañeros, y no una imagen en blanco y negro.
Por último uno de los más importantes: Mantén el hábito de vestirte y arreglarte como si fueras para la oficina. Tiene un gran impacto en tu cerebro e inmediatamente te conecta con tu rol.
En vista de esta situación, muchos empresarios están considerando mantener el trabajo en casa para algunos de sus colaboradores. Incluso se ha observado que debido a la disminución de tiempos invertidos en traslados, se han maximizado los rendimientos y la productividad. Adicionalmente se ha notado una mejora en la actitud de muchos miembros del equipo y en las relaciones entre jefes y colaboradores. Depende de cada uno de nosotros convertir esta tendencia en una crisis o en grandes ventajas.